Viaje por el norte: Costa de Cantabria

Costa de Cantabria

Costa de Cantabria

De Castro Urdiales a San Vicente de la Barquera y de Santander al Puerto de Pozazal. Cantabria es una región “infinita” delimitada por el mar al que da nombre, el Cantábrico, y una cordillera montañosa que la separa de Castilla y la configura como una tierra de sorpresas, con playas idílicas y acantilados que hacen frente a los embistes del mar.

Pequeñas embarcaciones de pesca salen cada día en busca de los manjares del Cantábrico, como la anchoa, producto por antonomasia en Santoña. Mientras el interior se deja conocer en un recorrido por cuevas en las que habitaron las primeras personas de Europa, junto a parques naturales en los que viven elefantes.

Aquí empieza nuestra segunda etapa de la ruta por el norte. Con el recuerdo del anterior viaje por la costa del País Vasco, que concluimos en Bilbao, iniciamos un nuevo viaje con el mar como guía y la primera parada es Castro Urdiales.

Castro Urdiales

El nombre le viene dado por un antiguo asentamiento romano situado en la peña que domina a la ensenada. Sobre la peña hoy se levanta el castillo de Castro Urdiales y la Iglesia de Santa María de la Asunción. Ambos protagonistas de la imagen más reconocida de Castro. Una de las torres del castillo sirve a su vez de sustento a un pequeño faro de guía a los barcos de pesca que faenan por la ribera cuando el mar se los permite.

Iglesia de Santa María de Castro Urdiales

Iglesia de Santa María de Castro Urdiales

La iglesia bien merece una visita por contemplar la espectacular estructura a la que se han ido añadiendo estilos, si bien predomina el gótico. Fijándonos bien se aprecia una ligera curvatura de la piedra, en un equilibrio natural conseguido por contrafuertes y el paso del tiempo. Otro de los tesoros, a parte del templo en sí mismo, es el retablo, con pinturas atribuidas a Francisco Zurbarán.

En la parte baja de Castro varios edificios de palacetes y casas señoriales se han ganado la distinción de Bien de Interés Cultural. Realizando un recorrido por la villa se aprecian muchas de estas construcciones, mientras se abre el apetito y se hace tiempo para degustar la cocina marinera que otorga el Cantábrico.

En el calendario festivo de Castro Urdiales hay tres fechas subrayadas. El Viernes Santo es la representación de la Pasión. Ya en verano, el primer viernes de julio, la noche se viste de fiesta con desfiles y fuegos artificiales. Y en noviembre les toca el turno de celebración a los pescadores, en el día de san Andrés.

Laredo y Santoña

Dos villas marineras por excelencia de Cantabria. La más oriental, Laredo, es nuestra primera parada en este viaje por una tierra infinita en experiencias.

La antigua villa de Laredo se conoce como Puebla Vieja. Son media docena de calles en torno a la Iglesia de Santa María de la Asunción -múltiples veces modificada hasta su estado actual-. En el casco histórico la mayoría de las casas muestran en sus fachadas escudos nobiliarios que dan testimonio de sus antiguos propietarios. El paseo constituye una serie de paradas obligadas frente a la casa de la familia del Mar, la de la marquesa de Arcentales, la de la Hoz y otras tantas similares, en lo que constituye un excepcional conjunto histórico artístico.

La Bahía entre Laredo y Santoña se puede recorrer en barco en algunas de las excursiones que parten del puerto deportivo con panorámica de la Atalaya y las playas de La Salvé, Regatón y Aila.

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Costa de Cantabria

Imprescindible es también la Batalla de las Flores que los vecinos de Laredo y otros tanto procedentes de toda Cantabria celebran a finales de agosto. En esta fiesta de Interés Turístico Nacional salen a la calle carrozas meticulosamente entre un ambiente festivo de carnaval veraniego.

La industria conservera asociada a la anchoa del Cantábrico es uno de los alicientes destacados y más conocidos de Santoña. Una villa marinera de Cantabria donde el sabor procede de elaboraciones artesanales que dan como resultado productos de reconocida calidad y prestigio.

El legado patrimonial data de pocos siglos atrás. Del mismo tiempo que sus fiestas y costumbres más populares, como el tradicional mercado de los sábados o la Fiesta de la Anchoa.

Merece el paseo la ruta que une a los fuertes con los que en otro tiempo se defendió la villa marinera. Con parada, claro está, en la Iglesia de Santa María del Puerto, una de las construcciones primitivas de la villa.

Santander

Pocas ciudades miran muestran al mar una fachada señorial como Santander, antecediendo la postal con el emblemático Palacio de la Magdalena. A Santander viajamos hace algún tiempo realizando un extraordinario paseo por la capital de Cantabria.

Santander

Santander – ciudad marinera

En aquella ocasión nuestro paseo comenzó en la península de la Magdalena, antiguo palacio real, hoy sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. En su entorno un parque de pinos se antoja el mejor lugar para descansar, junto a al parque zoológico donde los pingüinos y las focas se bañan a pocos metros del mar Cantábrico.

Continuamos la ruta por el paseo marítimo de la Playa del Sardinero, identificando en la arena las rocas que recuerdan a la silueta de un camello. La playa extiende una lengua de arena fina hasta el faro de Punta Mayor. Un lugar en el que el mar se deja acariciar.

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Faro de Cabo Mayor – Santander

En el centro la ruta nos pasea ante la Catedral, la impresionante biblioteca Menéndez Pelayo, la plaza del ayuntamiento o el nuevo edificio Botín. Y para degustar la gastronomía de Cantabria que se cocina en Santander también el centro es un buen lugar.

Santillana del Mar

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Bisonte reproducido en las Cuevas de Altamira – Santillana del Mar.

En Santillana del Mar hay dos atractivos que rivalizan como imanes para el turismo. Por un lado está la Cueva de Altamira -la capilla sixtina del arte rupestre-. Es imprescindible realizar una visita a la cueva reproducida junto a la original y que, no obstante, pone los pelos de punta cuando se accede al interior. Algunas de las pinturas que configuran el mural del techo datan de hace más de 33000 años, junto con otras de hace apenas 10000 años, lo que atestigua la presencia continuada de humanos en esta región desde los albores de nuestro tiempo.

Impresionados por este trozo de tiempo conservado en forma de pinturas, llegamos a la villa de Santillana del Mar. Apenas unas calles toscamente empedradas permiten descubrir a una población conservada tan bien como la vecina cueva.

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Santillana del Mar – Cantabria

En torno a la Colegiata de Santillana abren sus puertas cada día negocios que rozan el centenar de años, como la carpintería artesanal o la pastelería donde se pueden comer sobaos con un gran vaso de leche fresca. Un buen sabor de boca aderezado con las imágenes de fachadas extraordinariamente conservadas, formando un conjunto histórico artístico como quedan pocos en Cantabria y España.

Comillas

Casi al final del camino de nuestra etapa por la costa de Cantabria nos paramos en Comillas. El pueblo se ha hecho famoso por una de las edificaciones más representativas de su patrimonio, el Capricho de Gaudí, con su característica forma de “U” y la fachada vitrificada.

El catálogo de edificios señoriales se completa con visitas al Palacio de Sobrellano, de excepcional planta y mejor decoración interior, con artesanos, pinturas y esculturas que hace de esta casa un auténtico museo. La antigua Universidad Pontificia de Comillas, hoy con sede en Madrid, también tiene aquí su representación, aportado un valor añadido a la localidad cántabra.

San Vicente de la Barquera

Playa del Cantábrico

Costa de Cantabria – San Vicente de la Barquera

Hacemos un alto en el camino en San Vicente de la Barquera, otra villa marinera de Cantabria con un interesante legado que sirve de atractivo turístico. Sus playas, los parajes y el conjunto de la Iglesia de Santa María de los Ángeles y del Castillo de San Vicente añaden un encanto especial a la postal, con excepcionales vistas sobre la desembocadura y el Cantábrico de fondo.

Si el tiempo lo permite, merece la pena dar un agradable paseo sobre los 32 arcos del Puente de la Maza, para acceder a las playas de la ribera contraria y hacer apetito que se sacia con alguno de los restaurantes a pie de mar.

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2 thoughts on “Viaje por el norte: Costa de Cantabria

  1. Aficionada a los balnearios de Cantabria

    Un post muy interesante! Unas fotos increibles! Me encanta Cantabria con su naturaleza y sus pueblos, sus playas y su montaña. Y al leer este articulo me he acordado de mi viaje por esta preciosa tierra. Volvere este año por alli.

  2. Viajar a Cantabria mola

    La verdad es que Cantabria es una de las mejores tierras de España. Merece la pena visitarla. Enhorabuena por el blog!

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